PROBIÓTICOS & PREBIÓTICOS: ¿cremas faciales con bacterias?

PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS: BENEFICIOS PARA LA MICROBIOTA CUTÁNEA

El beneficio de los prebióticos y probióticos ya no no se queda a nivel digestivo o intestinal, hoy en día también llegan a la cosmética, como en su momento lo hicieron el colágeno, el retinol, los proteoglicanos... ¿Te suena raro? La realidad es que sus usos se han ido descubriendo y se observa que puede que en momentos puntuales tengas que reforzar tu flora cutánea o microbiota cutánea con éstos.

LA PIEL Y SU MICROBIOTA

Para empezar, nuestra piel está compuesta y recubierta por cientos de especies de microorganismos vivos denominados microbiota cutánea, un ecosistema muy complejo. Cualquier desequilibrio en ésta puede provocar una enfermedad de la piel.

La microbiota cutánea es única en cada individuo y se forma desde el nacimiento, evolucionando de forma progresiva por la edad, el género, factores genéticos, factores psicoquímicos, entorno, estilo de vida, el estado del sistema inmune, entre otros. Además, ésta cuenta con varias funciones: defen, de barrera cutánea y reguladora del sistema inmune. Su desequilibrio está relacionado con enfermedades dermatológicas, como el acné, la psoriasis o la dermatitis atópica.

Los probióticos pueden afectar el equilibrio de la microbiota.

PROBIÓTICOS EN LA PIEL

No podemos hablar de una microbiota cutánea sin entender qué son los probióticos.

Según la OMS, «los probióticos son microorganismos vivos que, si se administran en cantidad suficiente, tienen efectos beneficiosos para la salud». Están presentes de forma natural en ciertos alimentos y también existen en forma de medicamentos y complementos alimentarios. Su función es contribuir a mimar nuestras microbiotas o a corregir su desequilibrio (disbiosis), con toda seguridad. Descubre más.

En pocas palabras, un probiótico en una preparación que contiene microorganismos definidos, vivos y en cantidades de alteran la flora intestinal, ejerciendo beneficios para la salud, más allá de su papel nutricional. Se trata de bacterias y levaduras presentes en yogures, quesos, productos, lácteos, medicamentos o suplementos alimenticios.

Recientemente, se ha demostrado que la administración de los probióticos, no solamente tiene una acción positiva dentro del sistema digestivo, sino en todo el organismo, especialmente en los sistemas inmunológicos e inflamatorios. De esta forma, el uso de probióticos podría tener repercusiones positivas en la piel. La enfermedad más estudiada al respecto es la dermatitis atópica, ya que haciendo uso de los probióticos, llegan a observarse buenos resultados.

PREBIÓTICOS EN LA PIEL

Los prebióticos, por otra parte, son ingrediente alimentarios no digeribles que estimulan de forma selectiva, en que actúan en el intestino grueso, estimulando el crecimiento y la actividad de un número selectivo de bacterias. Son hidratos de carbono complejos que no se digieren en la parte alta del tubo digestivo, sino que son fermentados en la parte final por las bacterias “buenas” presentes en el colon.

Igualmente, estudios recientes han demostrado, que de la misma manera mejoran también la flora cutánea, por lo que serian beneficioso en el tratamiento del acné, ya que al consumir prebióticos se inhibiría el Propionibacterium acnes, además de preservar y estimular la flora beneficiosa de la piel.

ALIMENTOS CON PREBIÓTICOS:

Alcachofas, achicoria y plátanos.
Legumbres, papas y camote
Trigo, avena y cebada
Espárragos

UN BIOMA FACIAL SANO

Para contribuir a tener un bioma o microflora sana o una piel sana, además de la dieta o vía oral, podemos utilizar prebióticos y probióticos de manera tópica, pues se ha demostrado, en diversos estudios aislados, tener un rol importante en la prevención de enfermedades donde la barrera cutánea esté alterada. Ello ligado a sus efectos antiinflamatorios en la piel por lo que se vuelven un buen complemento en el tratamiento del acné o dermatitis atópica. Se ha demostrado que el uso de ciertos productos con probióticos y prebióticos disminuye el número y tamaño de las lesiones, en el caso del acné y, de igual forma, disminuye el enrojecimiento facial provocado por otras enfermedades.

Por lo anterior, no es de extrañarse que cada vez sea más habitual verlos entre los ingredientes de cremas y sérums. Recordemos que la piel es el organo más grande del cuerpo humano y que hay que cuidarla para que nos proteja de factores externos. Recuerda mantenerla coun un adecuado nivel de hidratación y reforzar su barrera cutánea.